La vieja tradición de la literatura erótica sigue viva en 2018, aunque haya millones de páginas web dedicadas al porno duro algunas como SexHistory.org siguen existiendo para mantenerla. Algunas personas prefieren leer su porno en lugar de verlo. Me pregunto si muchos aficionados a la literatura erótica son esas personas de las que se habla que se identifican como sapiosexuales (encuentran más caliente el intelecto que la apariencia física).